Falsos mitos

Tópicos, leyendas y otros «fakes» sobre la práctica de actividad física.


Como en todas las áreas de la vida, en el deporte también circulan cantidad de falsos mitos o leyendas urbanas sobre la práctica deportiva. No se sabe cómo pero estos mitos siempre han estado aquí, veamos algunos de ellos y, ojalá, no os dejéis confundir por aquellos que creen que ya lo saben todo:

  • Sudar adelgaza. Sudar te hace perder peso porque se pierde agua, pero cuando te hidrates, ese peso se recuperará. De ahí que muchas veces (cada vez menos) veamos a gente haciendo ejercicio muy abrigada, están equivocados y están poniendo en peligro su salud con esa actitud. Adelgazamos realizando actividad física moderada y continuada de, al menos, más de 40 minutos, para que nuestro cuerpo utilice la energía que proviene de las reservas de grasa, además, después del ejercicio hay que tener en cuenta no ingerir más calorías de las que hemos consumido, por eso no es recomendable hacer comidas copiosas o desequilibradas tras el ejercicio. Nunca cenar abundantemente antes de irnos a dormir y llevar una dieta equilibrada con ejercicio moderado a diario.

 

  • Las agujetas desaparecen tomando un vaso de agua con azúcar. No tiene sentido, las agujetas son dolor postesfuerzo producido por inflamación muscular. El azúcar, que todavía sepamos, no es ningún antiinflamatorio. Cuando los músculos no están adaptados al esfuerzo este dolor con sensación de rigidez aparece. Lo mejor para superarlas es realizar, mientras las agujetas estén presentes, ejercicio físico moderado, inferior al que las produjo, para favorecer la adaptación del músculo al esfuerzo. Siempre es importante intercalar buenos ejercicios de estiramientos. Al principio costará, pero con un buen calentamiento se superará el dolor.

 

  • Si bebes agua durante la práctica física te dará flato. El agua es necesaria durante la actividad física, es más, la sed, es un síntoma avanzado de deshidratación que no debemos permitir. Lo que conocemos como flato es una reacción de nuestro organismo por un mal funcionamiento de un músculo imprescindible en la respiración como es el diafragma. Normalmente, si no respiramos bien, a un ritmo adecuado, o el diafragama no tiene espacio suficiente para realizar sus movimientos debido a los gases o a los alimentos que están en el aparato digestivo, el flato aparecerá. Lo mejor para evitar esta sensación desagradable es aprender a respirar correctamente.

 

  • Respira por la nariz que si no te da flato. Otro error sobre el mismo problema. Las funciones de la respiración son la de humidificación, calefacción, limpieza y transporte. Lo que sucede es que cuando respiramos por la boca esas funciones no se realizan correctamente y mucho aire va a parar al estómago, cuyas flatulencias hacen que el diafragma reaccione negativamente. Lo mejor es respirar correctamente, y se puede respirar por ambas vías. En caso de ralizar un esfuerzo submáximo, nuestro cuerpo necesita hacer respiraciones completas, y absorber un volumen de oxígeno muy importante, por eso en estas ocasiones con las fosas nasales no es suficiente, y es necesario saber respirar sumiltáneamente por la nariz y por la boca. No hay problema, lo ideal es conocernos, saber cuál es nuestra condición física hacer los ejercicios adecuados a este nivel. La supervisión profesional es fundamental.

 

  • Cuando dejas de entrenar el músculo se convierte en grasa. Metabólicamente es imposible que el músculo se convierta en grasa. Otra cosa es que al dejar de entrenar el cuerpo no necesite tanta masa muscular y esta disminuya al mismo tiempo que la grasa aumenta por el hecho de no movernos.

 

  • Cualquier ejercicio es bueno para la salud. Habrá que conocer nuestro nivel de condición física y si tenemos alguna patología o limitación, por eso siempre hay que adecuar el ejercicio a nuestras necesidades. Nosotros, en EF intentamos practicar diferentes actividades deportivas para que las concozcáis por su valor social y cultural; y también para que tengáis criterios de elección a la hora de plantearos participar en algún equipo o club federado, etc. Hay quien en un momento de su vida se decanta por un deporte o ejercicio físico, y en otros momentos prefiere practicar otras actividades. LO IMPORTANTE ES LLEVAR UNA VIDA ACTIVA Y SEGUIR HÁBITOS  SALUDABLES.

 

  • Hacer abdominales para perder barriga. Este es uno de los tópcios más absurdos de todos. El cuerpo humano funciona como un todo, nunca un ejercicio localizado en un punto de vuestro cuerpo os va a ayudar a eliminar la grasa de ese lugar.  Para quitar barriga lo que hay que hacer es ejercicio aeróbico y disminuir ese nivel de grasa (nunca a parámetros inferiores a los límites saludables). Hacer abdominales sólo y únicamente fortalecerá el músculo, pero no «quemará» la grasa que tiene encima. Lo fundamental es el ejercicio aeróbico (moderado) al 60 – 70% de la frecuencia cardiaca máxima. Hacer ejercicios de tonificación en los principales grupos musculares de nuestro cuerpo está muy bien, pero eso no nos hace perder peso, nos hace mejorar nuestra condición física. Por cierto, también es importante conocernos y aceptar nuestra realidad corporal; cada persona tiene un somatotipo, una morfología corporal, y eso implica tener tendencia a acumular la grasa en diferentes lugares, tener una determinada postura, o una longitud de las extremidades diferente, y eso es algo que forma parte de nosotros, hay que estar orgullosos de lo que cada uno es y tiene.

 

  • Con un día de ejercicio a la semana va bien. Nunca, eso es de lo más peligroso para nuestro cuerpo. El ejercicio supone una alteración para nuestro organismo a la que el cuerpo reacciona adaptándose en el momento (para eso hacemos el calentamiento), y adaptándose después del mismo. Si no se continúa con la práctica al menos a los dos o tres días, los efectos de la adaptación desparecen y volvemos a la situación anterior. En personas mayores, con sobrepeso o colesterol alto; estos sobresaltos son muy arriesgados si no se ha  producido una adaptación al esfuerzo, y  pueden producirse accidentes traumatológicos y cardiacos al no estar el cuerpo acostumbrado a ese estrés físico. Las «pachangas de los viernes» o la carrera solidaria del domingo son muy peligrosas y nada saludables si no van acompañadas de, al menos, dos días más de ejercicio físico moderado a la semana.

 

  • La natación es buena para los problemas de espalda. No es así exactamente. La natación es un ejercicio físico bueno como cualquier otro, lo que ocurre es que, al ser en el medio acuático, las articulaciones apenas sufren y por eso a las personas con problemas del raquis les beneficia, además se tonifican los músculos de la espalda y eso ayuda a fijar las vertebras y a estabilizar la columna. Si una persona con hipercifosis o esocliosis realiza ejercicios como las carreras, los impactos de los pies en el suelo los absorbe, en gran medida, la columna vertebral, cosa que no es nada beneficiosa teniendo problemas vertebrales estructurales. En cualquier caso, la natación no corrige un problema de espalda sino que, como mucho, lo puede estabilizar o impedir su aumento.  Concretamente, sobre la columna vertebral hay «ríos de tinta» escritos en trabajos realizados por traumatólogos y profesionales de la actividad física y los deportes.

 

  • Llevar siempre zapatillas de deporte es malo para los pies. Esta afirmación no es del todo falsa, pero conviene hacer una aclaración al respecto. Las zapatillas deportivas tienen suelas blandas diseñadas para amortiguar los golpes contra el suelo al correr, saltar, etc. Pero sucede que los pies están formados por muchos huesecillos que durante el crecimiento deben ajustarse entre ellos para formar un pie resistente. Para ello las suelas de los zapatos, que son más duras, favorecen a que el pie se compacte y se forme mejor, pero básicamente por la dureza de las suelas de los zapatos. Entonces  hay quien cree que por llevar los pies sobre superficies blandas la formación de los pies va a ser peor, y va a repercutir en dolores y otros problemas. En cualquier caso, esta creencia ha perdido peso, y una buena prueba de ello es que hoy en día hay multitud de modelos de zapatos en el mercado que tienen suelas muy parecidas a las de las zapatillas de deporte (transpiran, llevan más gomas y cauchos, plantillas especiales…). Lo mejor, como siempre, es hacer bastante ejericicio físico con unas zapatillas adecuadas para que los pies trabajen y se moldee la pisada a las características de nuestro cuerpo.

 

  • No te bañes hasta que pasen dos horas desde que terminaste de comer o te dará un corte de digestión. Sin duda una de las grandes «frases de madre» que permanece grabada en ese cajón del cerebro donde guardamos las cosas que jamás olvidaremos. Lo que comúnmente llamamos corte de digestión es un «shock termodiferencial» que suele producir náuseas, vómitos, dolor de cabeza, obnubilación… Y que, efectivamente, si lo sufrimos dentro del agua puede ser peligroso. Este shock viene dado por el cambio brusco de la temperatura corporal. El proceso de la digestión requiere la movilización de gran cantidad de sangre, esa sangre que necesita nuestro aparato digestivo hace que, si en un momento determinado, de manera repentina, otra parte del cuerpo requiere movilizar también importantes cantidades de sangre (como los músculos para realizar esfuerzos grandes o la piel para regular la termperatura exterior e interior) puedan producirse los cortes que tanto temen los mayores cuando algún niño está en la playa o en la piscina. Precisamente, la hora de la comida coincide con las horas de más calor del día, esta circunstancia hace que la diferencia de la  temperatura corporal y la del agua sea mayor, aumentando el riesgo. Lo aconsejable siempre es entrar al agua poco a poco, de manera que el cuerpo se adapte a estos cambios. Aunque no hay que olvidar que las autoridades sanitarias aconsejan encarecidamente no exponerse a los rayos del sol ni hacer esfuerzos en las horas centrales del día.

 

Para terminar, me gustaría compartir el vídeo del compañero Josevi López, en el que explica unos conceptos básicos sobre los ejercicios desaconsejados o contraindicados. Centrando su atención en unos ejercicios representativos de la zona cervical, zona lumbar y las rodillas:

Espero que esta información sea de utilidad y os sirva para no dejaros llevar a engaños por estas ideas que un día salieron no se sabe donde, pero la realidad es que calaron hondo en el imaginario colectivo. Si tenéis algún mito más que aportar podéis contactar conmigo e intentaré aclarar la duda.

¡Un saludo, deportistas!

Un comentario

6 12 2013
UNA MADRE DEL CEIP NTRA SRA DE BELÉN

Me gusta.
ASÍ TAMBIÉN APRENDEMOS LOS PADRES.
MUCHAS GRACIAS.

Deja un comentario